Miriam Simón
Experta en Inteligencia Emocional
Motivación y Procesos de Cambio.
Instructora de Firewalking
Las Emociones forman parte de nuestro día a día, nos acompañan y nos dan una información muy valiosa. Debemos aprender a reconocerlas desde niños, y más allá de eso, a expresarlas de una forma sana es básico.
Hoy quiero centrar este artículo en la gran importancia que tiene la Inteligencia Emocional en los niños.
¿Crees como yo que es de vital importancia que estos conceptos se introduzcan en los colegios como pueden ser las matemáticas o sociales?
El otro día me preguntaba una profe en una formación en Habilidades Sociales y Convivencia Escolar, por qué ahora en todos los libros ponen caritas con las emociones, y hacen mucho más incapié en la Inteligencia Emocional.
Mi respuesta fue que es la vida. Las Emociones forman parte de nuestro día a día, nos acompañan y nos dan una información muy valiosa. Debemos aprender a reconocerlas desde niños, y más allá de eso, a expresarlas de una forma sana es básico.
Hay muchos lugares en los que expresar la rabia, está mal visto. O seguro que en algún momento has escuchado la frase: “No llores”, “Para de llorar”…
Está claro que hay veces que nos vuelven locos los niños, y más cuando nosotros estamos cansados, llegamos de trabajar, hemos dormido mal… pero hay algo que debemos entender, y es que es su forma de expresarse. Llorar está genial, luego te quedas súper a gusto, ¿verdad?
Lloramos para soltar pena, tristeza, rabia, frustración… incluso ¡felicidad!
Lloramos para soltar pena, tristeza, rabia, frustración… incluso ¡felicidad! Mi hijo que tiene 9 años no llega a ver claro eso de llorar de alegría, le choca tanto… pero quizás a ti también te ha pasado. Y llorar de alegría genial, pero llorar de tristeza, quizás te hace sentir más débil, más vulnerable, y hace que no quieras expresarlo delante de otras personas. Y nada más lejos de la realidad, ¡llorar es de valientes!
¡llorar es de valientes!
Hay una frase maravillosa que nos dice: “El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras.”
-Concepción Arenal-
Y si continuamos dando un repaso a todo este tema que es tan amplio y seguiremos hablando de el en los siguientes artículos, llegamos a la Asertividad. Seguro que te suena esta palabra, verdad?
Aprender a expresar nuestras necesidades y pensamientos desde el respeto a uno mismo y a los demás.
¡Que bien suena esto! Pero ¿realmente es tan fácil de aplicar?
Yo recuerdo que cuando me tocaba expresar lo que yo sentía, mis necesidades, se me ponía un nudo en el estómago y no era capaz de expresarlo. Hasta que poco a poco, aún con ese nudo en el estómago, lo decía, desde la calma, desde el respeto hacia mi misma.
Algo práctico para las y los que tenéis hijos y queréis mejorar su Inteligencia Emocional:
– Al iros a la cama, algo que yo tengo implementado como rutina es preguntarle a cerca de su mejor momento del día. Es algo muy sencillo y muy potente porque te ayuda a enfocarte en lo bueno que te ocurre, y en lo que por mecanismos de nuestro cerebro, reparamos poco.
Si te dice que no ha tenido ningún momento buen, vuelve a preguntarle: ¿Y si lo hubiera? ¿Cual hubiera sido ese momento? Con esta pregunta obligamos al cerebro a responder si o si. No puede quedarse sin respuesta.
Y obviamente, después de que te conteste, ¡te toca a ti!
Y si quieres indagar un poquito más, pregúntale: ¿Y como te has sentido?
Se trata de una rutina muy sencilla, que no lleva apenas tiempo, y es muy positiva tanto para los niños como para nosotros los adultos.
Juntos podemos crear hábitos saludables emocionalmente.
En el siguiente artículo continuaré con este tema, ya que hay mucho para hablar.
Te mando un fuerte abrazo y me encantará leerte en los comentarios
Miriam Simón
www.miriamsimon.com