Dar y recibir son lo mismo, pura expresión de tu reconocimiento en todas tus relaciones. Ves al otro completo, le ves como verdaderamente es, pues así te percibes a ti.
El perdón es entrega, es voluntad, es rendición. Es escucha más allá de mi interpretación. Es responsabilidad sobre mi percepción. Es atención sentida al corazón. Es la profunda humildad donde muere dulcemente el deseo de tener razón. Es